Excursión a la mina Marialina (Peraleda de San Román, Cáceres) el 07-marzo-2016

Tras la vuelta de Perú a Madrid, y habiendo trabajado el domingo pasado en el mercadillo de la Escuela, quedé con Fran y Carlos "Rana" para salir el lunes al campo a visitar alguna mina y buscar espárragos. Como ellos ya tenían pensado ir hacia el norte de Cáceres a por los trigueros, busqué información de minas por aquella zona y encontré la mina Marialina, que tenía muy buena pinta para ir a investigar.

Caminando entre olivos para alcanzar las labores del primer
periodo, que se observan en la ladera, cuando la mina se
llamaba "El Triunfo de San Julián".
Salí por la mañana de Madrid camino a Talavera de la Reina (Toledo) para juntarme con Cala y Cocó (las perritas de Fran), Fran y Carlos, y después de tomar el desayuno nos pusimos en camino hacia la mina, con una hora y cuarto de trayecto por delante. Localizar la mina no fue ningún problema y llegamos a la primera hasta ella. Tras dejar el coche en el borde del camino, nos quedaba un pequeño paseo a través de plantaciones de olivos para llegar a la mina que se veía al fondo sobre la ladera.


La explotación se realizó sobre un filón subvertical con una mineralización de Pb-Zn(-Cu), también llamada BPGC (blenda, pirita, galena, calcopirita) en una ganga de cuarzo. En algunos tramos aflorantes el filón presenta una zona de oxidación tipo gossan, de hasta 2,5-3,0 m de potencia, únicamente con cuarzo y limonitas. No llegamos a hacer una cartografía del filón, pero la corrida que tenía estaba por encima de los 300 metros de longitud, con  una dirección aproximada N40ºE.

Mineralización de galena con carbonatos.
Detalle de la mineralización de galena.
Grandes acumulaciones de limonita terrosa que
se encuentran a modo de bolos.
Las labores que observamos se encuentran distribuidas en dos áreas, una hacia el suroeste donde llegamos primero, y otras más recientes en el extremo noreste, que coinciden con las citas de una explotación en dos periodos. Según Miguel Calvo, en sus libros de Minas y Minerales de España, indica que la mina Marialina fue de las primeras explotaciones de Cu-Pb en el s. XIX (a partir de 1845), alcanzando los 80 m de profundidad. Este primer periodo, como mina "El Triunfo de San Julián" tuvo sus altibajos y tras un cierre temporal se reanudó la explotación unos pocos años a partir de 1871 hasta 1874. El 2º periodo corresponde al intento por parte de la "Companhia Portuguesa das Minas Marialina" hacia 1913 que no obtuvo los resultados esperados y se dedicó exclusivamente a recuperar los metales de interés presentes en las escombreras.

Vestigios de las escombreras y restos de edificios del 1er periodo
de explotación entre 1845 y 1874.
Panorámica del filón con escobreras, tomada desde los restos
de edificios mineros de la primera explotación.
Otra vista de la explotación en el extremo suroeste del filón,
en la que se aprecia el gossan de la parte aflorante y varias
escombreras.
Depósito subterráneo de agua que se aprovecha hoy en día.
Entre las ruinas de los edificios mineros.
La galería inferior, excavada a cota del arroyo pero con una
pendiente negativa, completamente anegada por el agua.
Al empezar a caminar por la escombrera para hacer alguna foto panorámica de las ruinas y reconocer el filón con las escombreras y labores mineras, tuve la mala suerte de pisar una piedra que me hizo perder pie, con lo que todo el peso recayó sobre la rodilla derecha que sonó crack y empezó a dolerme, pero seguimos adelante. Luego en el médico me dijeron que posible rotura de menisco y/o esguince de ligamentos, lo que me ha tenido un mes con muleta y otro más con rodillera especial. 

Vista de los vestigios mineros de la 1ª época desde el filón, que se
observa parcialmente en la foto.
Tras visitar y reconocer los restos mineros de la primera época, continuamos monte arriba siguiendo el filón para investigar el extremo nororiental y llegamos a una antigua escombrera con bastantes secundarios de cobre, especialmente calcantita y malaquita-azurita, donde estuvimos un rato picando y así aproveché a descansar un poco la rodilla. Esta escombrera se localiza justo sobre la continuación de la explotación, y en su entorno se puede reconocer unos hundimientos que posiblemente sean pozos rellenados de la mina.
Una pequeña caseta junto a la escombrera de la zona superior.
Panorámica de las explotaciones de la época portuguesa, con una corta
sobre filón horadado por galerías, y diversas escombreras a pie de corta.
Una vez llegamos al extremo noreste se reconoce una gran corta que sigue el filón y va dejando restos de las labores subterráneas previas. Al observar el filón tanto en la corta como en las galerías mineras no se observa mineralización económica, pero quedan algunos bolos que se pueden partir y encontrar trozos interesantes de galena y limonita y que mostré al comienzo del post.

Fran y "Rana" en la mina.
Vista parcial de la corta con el filón explotado con
minería subterránea que se reconoce por los restos
de galerías.
Carlos señalando las labores que vamos a investigar.
Explorando las antiguas labores subterráneas, esta galería
da paso a una pequeña cámara que se excavó sobre estéril
y no atravesó nada de mineralización.
Vista de galerías y un pozo sobre filón,
parcialmente derrumbado por el falla-
miento pre- y sin-mineral muy marcado.
Con Fran junto a los restos de filón y zonas derrumbadas.
Investigando el filón vaciado, se observa su
emplazamiento a favor de un plano de
falla subvertical.
Yo en la zona alta investigando el filón y los restos de labores
mineras subterráneas.
Detalle del filón en el frente de la galería y
 bajo el pozo derrumbado.
Carlos feliz explorando las labores mineras.
Resto de escombreras en la zona noreste.
Vista de las ruinas de la explotación a comienzos del s. XX.
Uno de los edificios en ruina.
Ruinas de la planta de concentración construída por la "Companhia
Portuguesa das Minas Marialina".
Más restos de época portuguesa.
Un pozo en perfecto estado pero lleno de agua, junto a las ruinas
de la planta portuguesa.

Viendo la hora y el estado de nuestras tripas que empezaban a rugir, decidimos emprender el regreso poco a poco para comer en el pueblo y buscar espárragos por la tarde antes de regresar a Talavera.

Caminando junto al filón de regreso al coche.
Carlos junto a la galería inferior, completamente
anegada por el agua.
Con Cocó y Fran de vuelta al coche.
Carlos junto a los vestigios de la 1ª época.
Cocó durmiendo sobre Cala en el coche
 después de la excursión.
Después de comer fuimos hacia el embalse de Valdecañas, al entorno de los restos de los templos romanos "Los Mármoles" y "La Cilla", que mantienen algunas columnas y un frontis justo sobre el embalse. Empezamos a buscar los trigueros pero encontré una zona con pegmatitas con chorlos y me puse a investigar sabiendo que en las cercanías hay gente que ha encontrado bonitas piezas de feldespatos y cuarzo. No hubo suerte respecto a las muestras para la colección, sin embargo, geológicamente hablando se trata de un lugar muy interesante ya que el nivel ligeramente bajo del embalse permite observar el contacto de la intrusión del granito con los esquistos ordovícicos y sacar varias relaciones temporales entre ambos materiales.

Vista de los restos de los templos romanos sobre el embalse.
Fran en el contacto entre los esquistos y
los intrusivos.
Detalle del contacto entre el granito que se
emplaza a favor dela esquistosidad, y una pequeña
 pegmatita con cuarzo, feldespato y mica.
Asimilación de los esquistos por los granitos.
Indicadores de intrusión sintectónica, con vetillas de cuarzo
y feldespato deformadas conjuntamente con el esquisto.
Una peligrosa sorpresa, una escarapela
que apareció bajo una roca.

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